EL PRINCIPIO DE LAS LEYES UNIVERSALES

EL PRINCIPIO DE LAS LEYES UNIVERSALES

LA CONFIANZA EN UNO MISMO


La confianza en uno mismo

La falta de confianza en uno mismo es la causa del fracaso de muchos. Tienen capacidad, son ambiciosos, tienen ideas, pero carecen de la suficiente confianza y fe en sus propios poderes y capacidades para vencer; confianza y fe que con la inapreciable posesión de todos los que triunfan.

Todo el que triunfa se distingue por la espléndida confianza que tiene en sí mismo y quien carezca de esta cualidad espiritual   (pues es una cualidad espiritual),   jamás podrá vencer. Nunca hemos encontrado a una persona triunfadora que no creyera total y absolutamente en sí misma; ni
hemos encontrado a persona fracasada que no careciera de esta cualidad.

El recto Pensar desarrolla la confianza en uno mismo, en el sentido de que destruye el temor; ¿qué no darían algunas personas para librarse del temor y la desconfianza? Sin embargo, se puede puede hallar en las cosas externas. La idea generalizada entre la masa que no reflexiona de que la felicidad se obtiene de posesiones materiales, la riqueza, en el placer y en el lujo, no está compartida por los que poseen tales bienes. La supuesta
felicidad, que los irreflexivos creen que se puede obtener de la riqueza y de todo lo que ésta nos puede proporcionar, consiste meramente en las fruslerías de brillantes colores, que atraen a los hombres, hacia los cuales tienden sus ávidas manos, pero que siempre se les escapan. Conseguir  el proceso no es difícil. Pero lo que es
mucho más importante es que el buscador descubre las maravillas de sus propias fuerzas intensas, espirituales y mentales, y gradualmente las ejercita y las aplica. Cuando el estudiante encuentra
que puede disponer de poderes ilimitados; que puede echar mano de recursos inextinguibles, surge en la mente la confianza, la certeza de una
absoluta fe en estos poderes internos. El estudiante, en lugar de preguntar: ¿Puedo hacerlo?, afirma: ¡Lo puedo hacer! y creyendo en lo que dice,
lo hace apoyándose en los poderes internos para realizarlo, y ese poder nunca falla.

El hombre triunfador por naturaleza cree en sí mismo, y por eso triunfa. El estudiante ejercitado cree en los poderes ilimitados de la Mente Universal, de los cuales puede, al usar su propio poder mental, disoner y aplicar cuando quiera los necesite.

Además, como conoce y comprende la Ley, está prevenido para no cometer los errores en la vida, a que son propensos los que tienen menos
conocimiento que él. De consiguiente, el conocimiento de la Verdad no solamente disipa el temor y crea confianza en uno mismo y fe en las fuerzas mentales y espirituales internas, sino que además nos hace partícipes de conocimiento y sabiduría
con los cuales la vida se puede dirigir hacia un perdurable y abundante éxito.

Cuando el hombre se da cuenta de su unidad con el Infinito jamás puede temer; jamás puede carecer de confianza. Sabe que todas las Fuerzas Divinas son suyas; éstas tratan de obedecer su voluntad y servirle. Aunque sus pies están aún
sobre la tierra, su mente está en Dios; su corazón palpita impulsado por un sentimiento de poder universal e ilimitado.

" Si quieres comprender las causas que existieron en el pasado, mira los resultados que se manifiestan en el presente. Y si quieres conocer los resultados que se manifestaran en el futuro. Mira las causas que existen en el presente".

No hay comentarios:

Publicar un comentario